agosto 1, 2023

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Pequeña guía de sugerencias para el coleccionista gamer

Seguro que en algún momento de tu vida has sentido la necesidad de coleccionar algo que te apasionaba. En los videojuegos, la afición ha ido creciendo a lo largo de los años. 

Recientemente, el coleccionismo retro ha vuelto a dispararse en torno a juegos y consolas Game Boy, lo que ha elevado los precios a lo que muchos pueden considerar una verdadera locura.

Conforme más años transcurren desde el lanzamiento de una consola y sus juegos, más crece el coleccionismo en torno a ella. El sector retro ya está muy acostumbrado a las idas y venidas que tiene este caro hobby, pero cada vez resulta más inaccesible para muchos.

Las nuevas tendencias están haciendo que las reventas de consolas y juegos de Game Boy eleven sus precios hasta la estratósfera. Este aumento ha afectado también a  Game Boy Advance SP y modelos especiales de la portátil nintendera.

Básicamente, en eBay ahora podemos encontrar artículos como la Nintendo Gameboy Pantalla Verde por 4000 euros, aunque su precio puede irse a más de 5.500 euros, algo que ha indignado a muchos compradores.

Y en materia de juegos la cosa también ha aumentado de forma inverosímil. Pokémon es la saga peor parada con esta tendencia. Juegos sellados como Pokémon Esmeralda superan los 5300 euros, mientras que el Pokémon Rojo original se va más allá de los 4000 euros y hay hasta un Need for Speed Underground 2 a casi 5000 euros.

Y si nos vamos a joyas japonesas como el Pokémon Verde podemos encontrar precios disparatados de más de 35.000 euros. Evidentemente, la nostalgia y el fanatismo combinados pueden producir precios exorbitantes.

El coleccionismo relacionado con la saga de Game Freak siempre ha dejado titulares muy bestias en lo que a precios se refiere. Solamente hay que mirar a las cartas Pokemon más caras que se han vendido estos últimos años.

 El material retro, además, ha visto en muchos casos como su precio se duplicaba desde la pandemia, lo que también ha podido influenciar en gran medida. 

 

Ahora bien, hay una serie de preguntas para hacerte a la hora de plantear tu colección, porque coleccionar videojuegos requiere bastante esfuerzo y dinero. Esto puede aplicarse también a todas esas ofertas que no «podemos dejar pasar». Ese juego poco común al que nunca le has prestado atención está a excelente precio y como tu instinto de coleccionista te dice que el día de mañana podría ser muy raro e incluso bastante caro, te lanzas a comprarlo y lo sumas a la estantería. Si esto lo haces con cada oferta que consideras interesante, el resultado será una colección de juegos que realmente no te han interesado en ningún momento, más allá de una fantasía de inversión que probablemente no sea la más rentable.

El enfoque de tu colección puede ser muy variado, podes centrarte en los títulos más representativos de una plataforma, los que más disfrutaste en su día o incluso intentar abarcar de forma completa algún género favorito. Ya con la lista hecha, cada juego que añadas a la colección lo vivirás como un pequeño objetivo logrado. Poco a poco puedes ver como una colección coherente y ordenada crece y, con ella, tu proyecto, mientras que si vas intentando abarcar de acá y de allá, es mucho más difícil que sientas esa satisfacción.

Al igual que vas a elegir las plataformas y los juegos que, tenés que determinar el estado con el que te sientes cómodo. Si querés coleccionar retro, ya sabrás que el estado del juego lo es todo. El estado va a determinar la rareza, el precio y la dificultad de acceso, pero es imprescindible que te sientas cómodo con lo que compras. Si tenes claro que queres juegos completos, no busques juegos sin instrucciones sólo porque han venido con una buena oferta (en este caso, podrías completarlo más adelante, así que tendrás que valorarlo), pero sobre todo, no compres un juego mucho más deteriorado de lo que estás dispuesto a aceptar: a la larga, lo más probable es que lo veas luego en la estantería y no estés satisfecho,  por lo que acabarás deshaciéndote de él para conseguir uno en mejor estado. Lo mismo ocurre con la región o edición del título, tené claro desde el principio lo que buscás y no hagas excepciones, estas van a generarte una sensación muy agridulce.

El coleccionismo requiere de un importante desembolso económico que necesitarás controlar y es fácil perder la cabeza cuando te topás con ese juego que tanto tiempo llevabas buscando a un precio muy bueno. El problema es que puede que ese mes hayas tenido otros gastos y que ya hayas invertido bastante dinero en juegos. Está claro que deberías saltear esa compra, pero el juego que querés desde hace tanto tiempo está a un click de distancia, así que, compras y, seguramente, luego te arrepientas, porque no hay satisfacción en comprar juegos si luego te sentís culpable por haber perdido el control.

Esto mismo lo puedes aplicar con los especuladores. Desgraciadamente, acceder a algunas ediciones coleccionista actuales puede suponer una odisea, y de esto viven los especuladores, de comprarla antes que vos en la tienda y revendértela en el momento mucho más cara. Y no nos referimos a juegos que han ido aumentando de valor con el tiempo a causa de su escasez, su alta demanda y lo complicado que resulta encontrarlos en perfecto estado a día de hoy, sino de juegos que acaban de llegar al mercado y que un revendedor ha comprado con el único fin de beneficiarse de esa venta. 

Coleccionar videojuegos también implica almacenar un producto que es susceptible al deterioro y que, además, deberías tener relativamente a mano para disfrutar en cualquier momento. Por eso, no sólo deberías estudiar las colecciones que vas a abordar, también el espacio que van a ocupar y cómo las vas a almacenar. ¿Te conformas con tener los videojuegos almacenados en cajas o, por el contrario, queres tener toda tu colección a la vista y lista para poder disfrutar en cualquier momento? Es algo que deberás tener en cuenta, porque tendrá un impacto importante en tus compras.

Como ya habrás podido apreciar, el secreto para disfrutar de esta afición no es otro que la planificación y el orden. Así que, lo mejor que puedes hacer, al igual que con la lista de juegos, es decidir desde el principio qué inversión mensual vas a dedicar a tu colección. De nuevo, tiene que ser algo realista y que puedas mantener en el tiempo sin grandes sacrificios.

 

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