julio 20, 2023

Blog

Pequeña guía para la compra de tu silla gamer perfecta

Un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando se pasan muchas horas sentado, ya sea jugando o trabajando, es el tipo de asiento o silla que usaremos. Muchas personas no reparan en ello hasta que los problemas musculares u óseos ya comienzan a presentarse. Por eso, para evitar este tipo de inconvenientes y cuidar tu salud sin dejar de lado tus actividades, te acercamos una serie de consejos y aspectos a tener en cuenta para la elección de sillas gamer, siempre como complemento de recomendaciones de profesionales de la salud que ayuden a contrarrestar la tensión de estar sentado jugando o con mala postura durante muchas horas.

Ahora bien, hay una discusión presente sobre si la ergonomía está en cierto modo reñida con la comodidad. Muchos fisioterapeutas arriban a una conclusión : una buena silla va a hacer que no nos movamos, porque la comodidad no siempre significa minimizar los dolores de espalda.

Para contrarrestar la inmovilidad, muchos expertos señalan que levantarse y realizar estiramientos de cuello, espalda, brazos y piernas al menos cada dos horas para evitar el entumecimiento de las piernas por falta de circulación sanguínea y la sobrecarga de los músculos es esencial.

Por lo tanto, moverse entre pausas es muy importante. Si logramos esta meta, podemos apostar por modelos que nos ofrezcan comodidad para que, el rato que estemos sentados, lo hagamos con confort pero sin descuidar nuestra postura.

Al margen de acabados, formas y colores llamativos que vamos a encontrarnos en muchas sillas gaming y cuya principal misión es estética, hay aspectos funcionales de más relevancia para pasar muchas horas en ella.

Como cada persona es un mundo y tiene unas características diferentes -no solo altura o peso, también curvatura de la columna o incluso dolencias-, es esencial que la silla a elegir sea lo más ajustable posible. Que tenga ruedas es un básico, ya que nos ayuda a movernos en la mesa de trabajo evitando las posiciones forzadas.

El parámetro ajustable por excelencia presente en el grueso de sillas de oficina y gaming es la altura. Aquí el objetivo es que los pies queden posados en el suelo con la cadera ligeramente por encima de las rodillas, formando un ángulo recto para que la postura de la pelvis sea neutra. Asimismo (aunque para esto también podemos regular la altura del monitor de trabajo) es deseable tener la pantalla enfrente de los ojos, para que no forcemos el cuello.

Poderse inclinar hacia atrás abre las puertas a una mayor «comodidad», si bien ha de poder distribuir adecuadamente nuestro peso y soportarlo con holgura. En todo caso, más que inclinación, lo importante es que pueda bascular para soportar cambios de postura, inclinaciones, movimientos, etc.

Es recomendable que nuestra silla de trabajo tenga reposabrazos, lo que nos permite apoyar los codos y ayudar a levantarnos, pero también que estos puedan retirarse. Y es que si tenemos que acercarnos a la pantalla – ya sea para observar con detalle lo que hay en un cofre o mirar celdas de Excel –, mejor retirarlos para que no golpeen contra la mesa y nos limiten. Y un plus muy deseable: que estos también sean ajustables.

Un elemento ciertamente polémico es la almohadilla lumbar. Y es que mientras que una leve prominencia es útil para el apoyo de esta parte de esta zona, hay que tener en cuenta que no todos tenemos la columna igual, por lo que mejor apostar por una silla neutra y, en caso de incluirlo, que la almohadilla lumbar sea regulable.

Algo totalmente opcional que solemos encontrar en sillas inclinables es el reposapiés. En este sentido, basta con ajustar la altura adecuadamente. Además, las ruedas y las patas también nos permiten apoyarnos en ella.

En una silla en la que vamos a pasar muchas horas lo deseable es que sea robusta y resistente, tanto en sus elementos mecánicos – como ruedas y palancas – como estructurales, con materiales como el acero o el nylon entre los más interesantes. Y sin olvidar que la parte textil es la que está en contacto con nosotros.

Hay materiales que estéticamente lucen muy bien, cuentan con alta resistencia y además favorecen la transpiración. Porque con el cuero, en verano, lo más esperable es que te “pegotees”. En las gamas más asequibles nos encontramos con PVC, poliuretano y variantes que emulan la piel con más o menos acierto.

Cuanto mayor sea la calidad de construcción, mayor será la durabilidad de la misma. No es buena idea invertir en una silla gamer económica que se rompa o desgaste después de algunas semanas. La calidad de construcción está estrechamente ligada al precio, así que no esperes la mejor calidad si estás buscando una silla muy barata, pero intenta encontrar una buena relación calidad-precio.

Un buen indicador de la calidad es el marco o chasis. Los marcos de alta calidad están hechos de metal, generalmente acero. Los marcos de madera o plástico suelen ser menos duraderos.

La base es otro aspecto importante. Busca bases anchas y de aluminio, ya que las de nailon más estrechas que suelen tener las sillas gamer baratas son menos duraderas. Las ruedas también deben ser lo más anchas posible.

El tipo de relleno del acolchado también es algo a lo que debes ponerte atención. El moldeado y la espuma fría son los mejores materiales si no quieres que tu silla se desinfle después de unos meses de uso. En este sentido, lo mejor es probar la silla si tienes oportunidad antes de comprarla.

Así, merece la pena perder un poco de tiempo y comprobar que el tejido – o la combinación textil – sea transpirable, hipoalergénico y que no resbale.

Tener en cuenta estos factores sin duda puede ayudarte a la hora de encontrar tu silla perfecta. ¿Pensás que son útiles?

KNOW MORE